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La lengua de los pájaros en Galería Panam

 

Bárbara Oettinger, María Jose Rojas y Ricardo Pizarro

 

Curatoría de Andrés Grillo

 

 

La muestra La Lengua de los Pájaros, es un proyecto colectivo curado por el Historiador del Arte Andrés Grillo, con obras de Bárbara Oettinger, María José Rojas y Ricardo Pizarro. En ella se abordan desde distintos medios como el vídeo, imágenes e instalación, diferentes acepciones del estado melancólico y su relación con la creación artística desde el estudio pre-científico de la alquimia. En este sentido, las obras de los artistas en galería Panam establecen un medio de comunión en la relación objeto-sujeto, abandonando la preeminencia de la argumentación racional propia de la modernidad, en donde la contemplación, la imaginación y la meditación trascendental se unen como un todo sensible, orgánico y místico.

 

El nombre proviene de un tema del folklore europeo que hace referencia a un modo de comunicación primigenio que daba la clave del conocimiento absoluto. En "Ya sea en el aire o la tierra", en el fuego o el agua, Bárbara Oettinger ahonda en la relación interrogativa propia del estado melancólico alquímico, más precisamente, en el nigredo, estado elemental desde donde comenzaba la obra de los alquimistas u opus, para luego continuar por otros cuatro (nigredo, albedo, citrinitas, rubedo o veriditas). El cuatro, número maestro en la tradición pitagórica, influencia vital en las cuestiones alquímicas regía sobre los 4 humores del cuerpo, las 4 estaciones del año o las 4 etapas de la vida de un ser humano. Para el opus se contaban 4 estados de la materia para alcanzar la piedra filosofal. En la obra, se explora la relación del hombre, el paisaje y los cuatro elementos (aire, tierra, fuego y agua) a los que se asocian los estados de transmutación y ascenso de la materia, y el valor de la muerte como confrontación de lo místico y lo racional.

 

En el trabajo "Jardín Interior" de María José Rojas se realizan dos instalaciones. En una de estas se podrán observar largas y delgadas cajas de luz que se extienden por los muros de la galería, en las cuales se exhiben objetos atrapados en el marco de diapositivas, acercándonos de esta manera a la visión microscópica del entorno. Los objetos coleccionados y fijados entre los vidrios, se transforman en especímenes destinados a la observación cual “placas de Petri”, para ser exhibidos como parte de una secuencia. La luz atraviesa el objeto, destacando sus atributos de transparencia/opacidad, actuando como la inspección de un ojo observador, bajo la cual estos objetos y texturas, manifiestan sus verdaderos atributos materiales y geométricos. Así aparece lo invisible, las estructuras subyacentes a la realidad, aquello que es necesario recoger, enmarcar, ampliar y someter a la luz para ser visibilizado. La inspección de estos objetos de la naturaleza en línea recta dan paso a la lectura unitaria de estas estructuras y texturas antes ocultas bajo la superficie, develando una fracción del todo que constituye nuestra realidad, recordándonos que aunque nuestra percepción y conciencia nos ofrezcan la ilusión de un mundo fragmentado, la vida está constituida de una sola estructura indivisible: la Unidad.

 

Finalmente en el trabajo de Ricardo Pizarro “(    )”, lo que se expone son dibujos de geometrías concéntricas, hechos a través de puntos con marcadores de colores sobre toalla nova, que nos habla de una labor dedicada de tipo trascendental al borde de lo desechable, relevando lo fugaz místico de la arena, a un material industrial. Para ello, el artista se somete a verdaderos trances de producción manual, cuyo proceso va exponiendo en sus diferentes estaciones de producción.”

Andrés Grillo

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